Kósquires

Un Cuento Lleno de Sol

Una tarde, después de almorzar una rica comida que había preparado Mamá Ratona, Ratoncito Rechoncho paseaba por el jardín con su nueva amiga Conejita Orejas. Dando vueltas y vueltas por el jardín se encontraron con Solana Lapapa a quién Ratoncito Rechoncho no veía desde aquella vez en que, junto a su amigo Sapo Sopapo, la habían regado con agua del charco.

– Buenas tardes Solana Lapapa, ¿Cómo estás?- La saludó Ratoncito Rechoncho – te presento a mi amiga Conejita Orejas.

– ¡Hola Conejita Orejas, hola, Ratoncito Rechoncho! – Saludó Solana Lapapa. – Estoy muy bien gracias a ti y a tu amigo Sapo Sopapo que me trajeron agua, mis raíces crecieron y mis hojitas pudieron juntar mucho, pero mucho sol.

– ¿Juntar mucho sol? – Preguntaron Ratoncito Rechoncho y Conejita Orejas muy asombrados y casi, casi al mismo tiempo.

– Así es, – Contestó Solana Lapapa.cuando es de día, mis hojitas verdes atrapan la luz calentita del sol.

– Conejita Orejas se quedó pensando, levantó sus dos orejas, frunció el hociquito y dijo muy contenta:

¡Qué divertido! Ratoncito Rechoncho y yo también vamos a atrapar luz del sol, entre los dos podremos juntar mucha pero mucha luz del sol.

– No, no, no, nada de eso, – Protestó Solana Lapapa – ustedes son animalitos, y los animalitos no tienen hojitas verdes para atrapar la luz del sol.

– ¿Entonces los animalitos no podemos atrapar luz del sol? – Preguntaron Conejita Orejas y Ratoncito Rechoncho, otra vez casi al mismo tiempo.

– No, no, no, sólo las plantas tenemos hojitas verdes para atrapar la luz del sol. – Dijo muy seria Solana Lapapa.

– ¿Y las plantas, para qué quieren juntar luz del sol? – Le preguntó Ratoncito Rechoncho a su amiga Solana Lapapa.

– ¡Aay, Ratoncito Rechoncho…! – Suspiró Solana Lapapa. – …la luz calentita del sol es muy importante para todas las plantas, por eso la juntamos y la guardamos muy bien.

¿En serio, guardan la luz del sol? – Preguntó Conejita Orejas, que le costaba creer que las plantas pudieran guardar luz del sol en alguna parte.

A Solana Lapapa le hizo mucha gracia la pregunta de Conejita Orejas y le contestó sonriendo:

Si, claro que la guardamos, y la guardamos muy bien, – dijo Solana Lapapa – yo guardo la luz calentita del sol en mis papas, escondidas bajo la tierra.

– ¡Ohh… escondida debajo de la tierra…! – Exclamó pensativa Conejita Orejas, mientras Ratoncito Rechoncho se había quedado mudo por la sorpresa.

– Algunas plantas, como las del arroz o las lentejas, guardan muy bien la luz del sol en sus semillas, no la esconden bajo la tierra. – Dijo Solana Lapapa.

– ¡Entonces las lentejas y el arroz también están llenos con la luz calentita del sol! – exclamó entusiasmado Ratoncito Rechoncho.

– Si, también las de manzanas, duraznos o melones guardan muy bien la luz calentita del sol dentro de sus frutos, por eso son dulces. – Les explicó Solana Lapapa.

– Entonces, cuando yo como manzanas o duraznos lleno mi pancita con la luz calentita del sol… – Dijo muy despacito Ratoncito Rechoncho, como spara que nadie lo oyera.

– Claro, – Contestó muy contenta Solana Lapapa. – y también llenas tu pancita con ls luz calentita del sol cuando comes mis papas, arroz o lentejas.

Conejita Orejas, como era su costumbre, se quedó pensando en silencio, levantó las dos orejas, frunció el hociquito y dijo:

– Hay algo que no entiendo, Solana Lapapa, si las papas, el arroz, las lentejas, las manzanas, los duraznos y los melones están llenos de luz del sol ¿cómo es que no brillan como el sol?

¡Aay, Conejita Orejas…! Sucede que cuando nuestras hojitas verdes atrapan la luz calentita del sol la guardan tan, pero tan bien que no se la puede ver, pero alli está, bien guardadita… – Aseguró Solana Lapapa – y… ¿sabes una cosa Conejita Orejas? Cuando tú comes nuestras hojitas verdes también llenas tu pancita con luz calentita del sol, no puedes verla por que está muy bien guardada en las hojitas verdes.

Y, con las pancitas llenas de luz calentita del sol bien guardada, este cuento se ha terminado.

Licencia Creative Commons

Un Cuento Lleno de Sol por Fernando Rusquellas se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.

Comments are closed.

RSSSuscribirse.