El sol se abrió cuando se salieron las primeras flores.
El reloj dormía tranquilamente cuando la señora sonó como una campana.
El olor a luz tostada llenó la casa con los colores del pan.

Después del desayuno las miguitas de pan se llenaron de manteles floreados.
Asomada al mantel la señora de la casa sacude ventanas que bostezan.
Los pájaros embaldosados se llenan de patios remolones, bochincheros y plumosos.
El pájaro ya no ronronea, deja de ovillar el juego de la lana.
Se agazapa detrás de las macetas y da un salto que espanta a todos los gatos.
El sol mimoso toma gato en la panza y sueña con cascabeles.
Minino ladra porque el timbre toca al cartero varias veces.
El perro se asusta, sopla, amenaza con los ojos chiquitos.
El árbol trepa al gato de un salto.
En el mismo pájaro están los árboles que volaron antes.

Todos los árboles, pájaros y gatos esperan que se les vaya el susto.
Se quedan mirando desde arriba las migas que lamen al perro,
a los malvones que riegan a la señora,
a la soga que cuelga del mantel y al sol calentito de patio.

El Pájaro Embaldosado por Paula Rusquellas se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported