Cuento Algo Mojado
Fernando Rusquellas para Gerónimo en su cumpleaños
Sapo Sopapo estaba muy contento nadando bajo el agua. Cuando salió del charco, cerró los ojos y los abrió en seguida, primero uno, el derecho y después el otro, el izquierdo, caminó tres pasitos, dió un saltito y dijo:
–¡CROAC! – (En el idioma de los sapos croac quiere decir: – ¡Qué mojada estaba el agua!). Dió otro saltito, abrió la boca, sacó una lengua muy pero muy larga, se tragó una mosca y dijo:
– ¡CROAC! – (En el idioma de los sapos croac quiere decir: – ¡Qué rica estaba la mosca!). Caminó dos pasitos más, dió otro saltito, abrió la boca, sacó una lengua muy pero muy larga, se tragó un mosquito y dijo:
– ¡CROAC! – (En el idioma de los sapos croac quiere decir: – ¡Qué rico estaba el mosquito!).
Justo en ese momento pasó por allí Ratoncito Rechoncho.
– ¡Hola Sapo Sopapo! – Le dijo – ¿Sabes una cosa? Yo tengo cuatro patitas, Mapocha Mariposa y Mosca Molesta tienen seis patitas, Ña Ña Araña tiene ocho patitas y Moisés Cienpiés tiene cien patitas… pero Pimpim Pollito tiene sólo dos patitas y Lombriz de Tierrita no tiene ninguna patita… ¿Me dejas contar tus patitas?
Sapo Sopapo dió un saltito un poco más largo y dijo:
-¡CROAC! – (En el idioma de los sapos croac quiere decir: – ¡Claro que sí! Cuando quieras puedes contar mis patitas) y se quedó muy quieto para que Ratoncito Rechoncho contara sus patitas.
– Una, dos, tres y… cuatro! ¡Igual que yo!… tienes cuatro patitas Sapo Sopapo! – Dijo Ratoncito Rechoncho muerto de risa.
Sapo Sopapo aprovechó que ya no debía quedarse quieto, dió otros tres pasitos y un saltito, abrió la boca, sacó una lengua muy pero muy larga, se tragó una cucaracha y dijo:
– ¡CROAC! – (En el idioma de los sapos croac quiere decir: – ¡Qué rica estaba la cucaracha!).
Ratoncito Rechoncho, se quedó muy contento, siguió caminando y dando saltitos igual que su amigo Sapo Sopapo. Saltando y corriendo se encontró con una plantita que estaba muy triste, tenía las hojitas arrugadas y amarillas. Ratoncito Rechoncho le preguntó:
¿Cómo te llamas, plantita?¿Por qué estás tan triste?
– Me llamo Solana Lapapa y estoy triste por que tengo mucha sed, si nadie me trae agua me voy a secar… – Dijo casi sin voz la plantita.
– ¡No te pongas triste, Solana Lapapa! – Le dijo Ratoncito Rechoncho – aquí cerca está el charquito de Sapo Sopapo, vení conmigo y podrás tomar toda el agua que quieras.
– ¡Aay, Ratoncito Rechoncho¡ me gustaría ir contigo para buscar agua al charquito, pero soy una plantita y las plantitas no podemos movernos, no tenemos patitas para caminar. – Le explicó Solana Lapapa casi llorando.
Ratoncito Rechocho se despidió de la plantita y se alejó muy preocupado. Esa noche no pudo dejar de dar vueltas y vueltas en su camita de tanto pensar en cómo ayudar a su nueva amiga Solana Lapapa. De tanto pensar y pensar se quedó profundamente dormido.
Por la mañana muy tempranito, cuando apenas había salido el sol se despertó de golpe, y después de estirarse y desperezarse se acordó de un sueño muy raro que había tenido y dijo casi a los gritos:
– ¡Eso, eso es lo que haremos! – Se lavó el hociquito con las patitas de adelante, se peinó los bigotitos y salió corriendo tan apurado que hasta olvidó de despedirse con un beso de Mamá Ratona.
Corriendo y casi sin aliento llegó hasta el charquito donde Sapo Sopapo estaba tan tranquilo dándose un baño de asiento.
– ¡Sapo Sopapo…, Sapo Sopapo…! – Le gritó tan fuerte al pobre sapo que del susto se escondió todo entero debajo del agua.
– ¡Sapo Sopapo, tengo una idea para ayudar a Solana Lapapa! – Sapo Sopapo, muy de a poquito fue saliendo del agua del agua. Primero un ojo, el derecho… luego el otro, el izquierdo… hasta que por fin sacó la nariz resoplando, haciendo un ruido espantoso y un montón de burbujitas. Entonces Ratoncito Rechoncho le habló al oído para contarle su plan secreto. Tan despacito le habló que sólo su amigo pudo escucharlo.
–¡CROAC! – Contestó en seguida Sapo Sopapo – (En el idioma de los sapos croac quiere decir: – ¡Muy buena idea, los dos juntos la podremos ayudar!) – Y sin pensarlo dos veces los dos amigos tomaron agua, agua, mucha, pero mucha agua, cuando ya no les cupo más fueron corriendo y a los saltitos hasta lo de Solana Lapapa.
– ¡Buenos días, Solana Lapapa! – Saludó Ratoncito Rechoncho. – Este es mi amigo Sapo Sopapo, y juntos venimos para ayudarte…
– ¡CROAC! – Dijo en seguida Sapo Sopapo (En el idioma de los sapos croac quiere decir: – ¡Te traemos un regalito muy mojado!). – Y los dos amigos le regalaron toda el agua que habían tomado del charco, hicieron tanto pis junto al tronco que la plantita volvió a respirar y levantó sus hojitas que se pusieron de un hermoso color verde.
– ¡Gracias mis amigos de cuatro patitas, cuánto los quiero! – Les dijo muy emocinada Solana Lapapa.
– ¡CROAC! – Contestó Sapo Sopapo (En el idioma de los sapos croac quiere decir:
– Papa regada y Sapo bañado, este cuento se ha terminado).
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