Categoría: Prosa Poética

Nervios

Rubén Darío Comesaña (del libro DE PARTE DE MADRE)

 

“a orillas del Quilmes del mar de arenas”

Es de mi madre
andar puliendo en sus rodillas
el miedo que le ganó al barro
después de la inundada.
La abuela con cama y todo trepando por los techos…
el chancho, llorando, su ahorcada al eucaliptus.

De mi madre
era eso de andar mandándonos…
cruzar la siesta en pos del humo,
que desprenden los nervios
cuando algo se reitera.

De mi madre…
La abuela murió estando lejos.
La arena que acumula el cordón
hace años… que es río de viento
filtrando en los postigos.

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Categoría: Prosa Poética

Humo

Rubén Darío Comesaña (del libro De Parte de madre)

 

El abuelo sabía llegar con masticables…
y la mañana parecía en lo no dicho
una atmósfera de Chéjov
a la pampeana.
Mi madre, que a él se parecía,
imagio que intentaba corresponderle
en lo que hace a la atmósfera al clima a lo del humo.
Yo sé que mi madre siempre fue de fumar mucho
Y que él
(yo ya no estaba)
murió por el cigarro.

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Categoría: Prosa Poética

Cordero de Dios

Rubén Darío Comesaña (del libro "De Parte de madre")

 

El abuelo que por ley también lo era de mis hermanos
tenía otros nietos:
los hijos de cacho y de Anchorena: la mara y la cristina.
Para mara y cristina, Pablo era el abuelo
(pepa, su mujer antes y después de serlo, la abuela
era la suya)

Categoría: Infantiles, Poesía

Duerme Purpurina

Paula Rusquellas - de la obra para marionetas "Con Levadura"

 

Duerme Purpurina
siente las olitas
redondas y mullidas
que lindo te hamacan.

 

Para crecer
hay que jugar.
Para jugar
hay que soñar.
Para soñar Purpurina
hay que dormirse.

 

Sueña chiquitita
soles margaritas,
cielos brillantina
Plazas plastilina,
playa de papilla.
Nubes gordas de puré.
Abrazo azul.
Lluvia de tul.

Duerme tesorito
bombón merenguito
decansa ojos lindos
mece mece suavecito.

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Categoría: Infantiles, Poesía

Albahaca

Paula Rusquellas - de la obra para marionetas "Con Levadura"

 

Perfume de la albahaca
que me trae el viento
pa que no olvide el terruño
y me perfume el pelo.

 

Oliva de los olivares
laurel laurelito y romero,
alma de los manjares
que alimenta mi pueblo.

 

El sol quiso quedarse
en oro del limonero
y adornarme el pelo
con nacarados azahares.

Alma de los azahares
que me trae el tiempo
para borrar distancias
y que vuelen los recuerdos.

Miguita sobre miga
el olor de panes tiernos
hace lugar en la mesa
para abrazar amigos nuevos.

El sol quiso quedarse
en oro del limonero
y adornarme el pelo
con nacarados azahares.

 

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Categoría: Infantiles, Poesía

La Plaza se Hamaca

Paula Rusquellas

 

El barrio tiene una plaza
que es como una vaca sentada.
Un árbol con sombrero de copa
saluda al sol con una rama;
un pájaro redondo, a los gritos
dice que ésa es su casa.

La plaza tiene una hamaca.
En la hamaca se hamaca 
un nene, el nene tiene una panza.
La panza tiene un ombligo
el ombligo toca el cielo.

El cielo tiene una nube blanca
que se apura y a toda marcha
patina por el horizonte
para ir a cenar con su hermana.

La plaza tiene un silencio grande
que se llena de cosquillas
cada vez que el pájaro canta.

El cielo tiene un azul dormido
que se llena de cascabeles
cada vez que el ombligo lo llama.

El nene tiene unas carcajadas
que despeinan el silencio de la plaza.

El barrio respira contento
cuando el cielo juega con los ombligos
en las plazas que parecen vacas.

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Categoría: Ensayo

La Otra Opción

Paula Rusquellas

Ir mirando por la ventanilla, el asfalto, los adoquines, el cordón, la zanja desbordada de espuma, hojas naufragando, la calle, la gente en la calle, las viejas barriendo la vereda, las chusmas chusmeando en la esquina, los novios que van a encontrarse cuando el semáforo nos libere. Los chicos tras la pelota, los árboles, los postes, los afiches rotos, los autos lindos, los autos autos pez, los ciclistas, los motociclistas, las casas viejas, los albañiles en los andamios, las casas cubetera, las vidrieras nuevas, los negocios viejos, los gorriones buscando migas, las palomas en los cables, los gatos en las cornisas, los perros contra los árboles.

Categoría: Ensayo, Prosa Poética

Una Inefable Pero Fugáz Ilusión

Romeo Croce

 

 

Advertencia

Tratando de ordenar papeles, llegué a la caja donde se guada una gran cantidad de documentos, algunos originales manuscritos y otros pasados a máquina, otros aún en sus publicaciones en revistas especializadas. Se trata nada menos que de los papeles de mi tío Romeo Croce, doctor en química, dedicada toda su vida a la mineralogía, tanto en la docencia como en la investigación.

Entre sus papeles hay una gran variedad de temas, trabajos científicos, mapas detallados de sus expediciones por las más alejadas zonas de la geografía de nuestro país, dibujados en tinta algunos y bocetados al lápiz con anotaciones y observaciones personales, conferencias, despedidas a sus maestros más respetados, poemas en dodecasílabos unos y en octavas otros homenajeando a sus compañeros o escarneciendo algún jefe corrupto.

Junto a estas reliquias, dos hojas oficio mecanografiadas me llaman la atención por faltar el tercio derecho de ambas hojas, masticado por algún ratoncito, probablemente una ratoncita a punto de parir, en busca de materiales para confeccionar el nido que recibiría a su indefensa cría.

No puedo recriminárselo, una madre es una madre en cualquier circunstancia y en cualquier lugar del mundo…

El título podía leerse completo: “Una Inefable Pero Fugaz Ilusión”, el texto lamentablemente había sufrido una amputación horrible.

En un intento de reparar el daño a la pieza literaria y amenguar la culpa de la voraz ratoncita completé las partes desaparecidas del texto. Haber conocido el pensamiento y la personalidad de tío Romeo me dio ánimo para tomar el atrevimiento de reparar su escrito y conservar el espíritu original.

A fin de respetar el texto del autor las partes que reemplazan a las desaparecidas figuran subrayadas.

Fernando Rusquellas

Una Inefable Pero Fugaz Ilusión 

 Esa noche estaba muy fatigado y me acosté más temprano que de costumbre. Como siempre, mis últimos pensamientos y mis más cálidosrecuerdos fueron para mi madre, fallecida hacía apenas unas pocas semanas.

¡Qué sólo estaba en la noche!, en la silenciosa inmovilidad de la ausencia. Con esa sensación que me inundabano podía conciliar el sueño.

Las agujas del antiguo reloj de pared marcaban imperturbables el tiempo pasado y sonaban tristes las melancólicas campanas desde un extremo al otro de la casa, ahora tan vacía.

Recordé la fortaleza de mi madre para afrontar los más duros momentos de la vida, y entonces apagué el único sirio que alumbraba la habitación. Prefería esa tímida luz al acostarme, pues la claridad brusca despeja y disipa el sueño.

En el profundo silencio de la noche se percibían los muy débiles y casi imperceptibles ruidos con que la madera de los muebles manifiesta un cambio en la temperatura o la humedad del ambiente. Puede suceder aún que una ligera corriente de aire fresco, colándose por alguna endija, inicie una larga serie de crujidos que se producen en su, por lo demás, silencioso recorrido… Los minúsculos “taladritos”, permanentemente ocultos en la profundidad de la madera, forman intrincadas cavernas en medio de las sombras, se comunican entre ellos en el silencio de la noche por medio de misteriosos sonidos, signos apenas perceptibles… Todo esto junto, cual canción de cuna, me ayudó a conciliar el sueño.

Sobresaltado, con los ojos desorbitados, desperté de golpe cuando comenzó a crujir algo desde el dormitorio que había sido de mi madre.

El misterioso sonido se propagó luego, al parecer, al viejo arcón donde ella guardaba la ropa de invierno, enseguida, los maderos del piso parecieron denunciar la presión de los pasos de algún ser que se acercaba a mi dormitorio… La intensidad del sonido se hacía cada vez mayor, terminado en un golpe secoque me sobresaltó.

Encendí la luz, me levanté más rápido que nunca; todo estaba en orden: sólo se había corrido y cerrado parcialmente la persiana corrediza del escritorio de mi cuarto. Sin duda, una racha de aire seco infiltrándose por un extremo de la casa producía esos ruidos extraños e indefinidos…

Apagué de nuevo la luz…

El suave calor del botellón de cerámica con el agua que caldeaba mi cama me comunicó un tibio sopor que me adormeció y ya tranquilo pude recobrar elsueño.

En eso, se encendió la luz y apareció la silueta de mi madre en el vano de la puerta, como lo hacía siempre que me acostaba antes que ella y, en una demostración de prudencia, puso más frazadas sobre mi cama ajustándolas cariñosamente contra mi cuerpo, pues decía ella que “cómo podíaservir de abrigo la ropa tensa, apartada del cuerpo…” Entonces, entre sueños, pensé que tal vez se trataba de una terible pesadilla… Ahora veía cl reflejo de su figura espigada en el espejo del ropero. Ella estaba allí, abrigándome y regañándome como cuando era niño… En ese momento me invadióuna inmensa e inefable alegría… tan grande, que desesperadamente, escondiendo la cabeza debajo de las almohadas, experimenté gozoso la más extraordinaria emoción…

Mi madre comprendió que acababa de despertar de alguna de mis habituales pesadillas… acercando su rostro al mío, acariciándome con esas dulces palabras que sólo las madres saben expresar.

Las inexorables campanadas de la horas hirieron brutalmente mis oídos.

Volviéndome a la realidad disiparon ese inefable e imposible momento.

Desperté infinita y tristementemente sólo, en el lecho de mi oscuro y solitario dormitorio viendo cómo se extinguía la estrella agonizante de un sirio que lanzaba su último, débil resplandor.

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Categoría: Prosa Poética

Una Puerta Entreabierta

Lorena Tocalino - 1990

 

  Alguna lejanía, alguna ausencia que no podemos abordar. Alguna muerte irreparable que nos hace recordar que esa persona que amamos ya no estara con nosotros.

Algun silencio que nos humilla. Alguna mentira que nos saca un poco de luz a nuestros ojos y nos hace doler la piel. Las mentiras que nos quitan la inocencia y provocan miedo.
A medida que avanzamos, nos hacemos mas cautelosos, y las puertas que se nos aparecen en el camino, las abrimos con mucho mas cuidado, lentamente, estamos precavidos y pensamos que tal vez nos aguarde otro dolor..Y entonces una esperanza queda prisionera sin salida.
Hoy estoy aqui, frente a esta puerta que sos vos, y frente a esta puerta, tiemblo.
Vengo de dolorosos fracasos, de dolorosas mentiras, no me fue facil sonreir a veces…Y vos estas acá, detrás de esta puerta, y tengo miedo de abrirla. Si lo hago, corro el riesgo de ser todo lo que quiero ser para vos, para mi. Por eso no la toco, pero igual se va abriendo y asoma una luz y lo que creia vacio en mi, se puebla de ternura, de caricias, de besos, de tus ojos mirandome y de mis manos tratando de acercarse a vos.
Por eso me sacudo, me atemorizo y me conmuevo cuando te encuentro, cuando abro esta ultima puerta…Y de este lado tambien estoy yo..Todo esta en mi..todo lo que deseaste, todo lo que perdiste, si lo buscas, si lo queres, esta en mi. Yo puedo encenderte una a una las lamparas en tus rincones mas oscuros, ahi donde todavia no pudo llegarte nadie…
 
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